10. Los líderes no son ni escépticos ni cínicos; son realistas.
Practicando las virtudes, los líderes maduran en sus juicios, emociones y comportamiento. Señales de madurez son la autoconfianza, la coherencia, la estabilidad psicológica, la alegría, el optimismo, la naturalidad, la libertad y la responsabilidad, y la paz interior. Los líderes no son ni escépticos ni cínicos; son realistas. El realismo es la capacidad de abrazar grandes ideales del espíritu, a pesar de las propias debilidades. Los realistas no se rinden ante la debilidad; la superan practicando las virtudes.